Una de las preguntas que más ronda la cabeza de nuestros chefs, especialmente cuando son autónomos, es: “¿tendré trabajo la próxima temporada?”. Uno de los inconvenientes con los que tiene que lidiar un chef privado es la incertidumbre de no tener asegurado, salvo poco tiempo antes de cada temporada, el trabajo para los próximos meses. Una incertidumbre que en la mayoría de los casos genera dudas, miedo y muchas veces es uno de los detonantes para que un chef privado abandone el servicio privado, volviendo en muchos casos al mundo de los restaurantes, uno donde puede ser menos creativo y donde en la mayoría de los casos el panorama no será muy diferente.
En Bersion, al igual que nuestros chefs, también hemos sufrido en nuestra piel la incertidumbre de no saber a ciencia cierta si encontraremos trabajo. Lo hemos visto una y otra vez tanto en compañeros de profesión como en nosotros mismos. Lo hemos visto tantas veces, que al final se convirtió en una broma que nos lanzábamos entre nosotros una y otra vez. Una broma que a fuerza de repetir fue tomando forma, hasta el punto de recibir un nombre propio. Hace más o menos un año que llamamos a este fenómeno “el mal de mayo” o “el mal de octubre” en función del mes en el que se suele producir con más frecuencia, meses que coinciden, casualmente, con los anteriores a los inicios de las respectivas temporadas.
Es cierto que hay mucha evidencia científica sobre que nuestro cerebro necesita certidumbre, y que la inseguridad nos genera miedo, como es cierto que muchos chefs que no soportan esta presión acaban dejando un trabajo que en realidad les gusta en pos de uno que les gusta menos, solo a cambio de la seguridad. Pero desde Bersion queremos animarte, sea cual sea tu situación, a que no tengas miedo a los cambios, te invitamos a dejarte llevar por los caprichos del destino. En nuestra experiencia, hemos comprobado una y otra vez que al final siempre hay trabajo para todos, que los últimos rezagados sin trabajo, acaban consiguiendo el trabajo de los que lo dejaron a última hora, y si bien es cierto que el hecho de que lleve muchos años ocurriendo así, no es certeza de que vaya a seguir ocurriendo, también pensamos que todo profesional debe trabajar, además de en su especialidad, en habilidades personales que le brinden cierta flexibilidad profesional, para estar preparado, en caso de que cambien “las reglas de juego” para adoptar los nuevos cambios, con la mayor velocidad posible, y adaptarse a los nuevos vientos cuanto antes.
En Bersion somos totalmente conscientes de que nuestros clientes no pueden planificar sus vacaciones con total exactitud, y ello redunda en que nosotros no podamos organizarnos de la manera que nos gustaría para cada temporada. Pero actualmente estamos trabajando en un sistema para poder llegar a una situación en el medio, en la que podamos ofrecer a nuestros clientes la flexibilidad que necesitan, y a la vez la seguridad con la que nos gustaría trabajar, para poder ofrecer un servicio a nuestros clientes mejor si cabe, así como mayor estabilidad para nuestros chefs. Pues creemos que si conseguimos atraer a nosotros a los mejores talentos, debemos conseguir una forma de retenerlos.