Desde Bersion, queremos darte a conocer Ibiza desde la experiencia de los que conocemos esta isla de ensueño como locales que somos, desde Portinatx hasta Es Cubells. Esta entrada está dedicada al mercado de Forada, el mercado quizás menos conocido de Ibiza, pero que conserva todo el encanto de la magia hippie de los años 70 y 80.

Es cierto que actualmente Ibiza es muy conocida por sus discotecas, su vida nocturna y sus villas de lujo, así como por su turismo cada vez más exclusivo y sus alquileres vacacionales; al igual que muchos otros destinos alrededor del mundo, pero también es cierto que si ha llegado a alcanzar toda esta fama no ha sido por otra cosa que por haber sido siempre, como es ahora, un paraíso de calma, relax y tranquilidad, un lugar de magníficas playas, hermosos atardeceres y un montón de lugares todavía salvajes, que han permitido que se desarrollaran lugares mágicos como hoy en dia es el mercado de Forada, un mercado que mantiene la esencia de lo que Ibiza fue en su dia, antes de ser un destino turístico conocido a nivel mundial.

Dando una vuelta por el mercado de Forada, que se organiza los sábados de todo el año de 10h a 16h cerca de San Antonio, (aunque tiene su máxima afluencia en la temporada de verano) podemos encontrar todo tipo de productos de artesanía elaborados por gente de la isla (los cuales pueden convertirse en un magnífico y exclusivo souvenir), así como productos de la gastronomía ibicenca, también elaborados por artesanos de la isla, en exclusiva para sus puestos en el mercado, de modo que podemos encontrar en él algunas “joyas” exclusivas que Ibiza puede ofrecernos, si sabemos buscar; a la vez que jugamos a imaginar que nos encontramos en un mercado hippie de intercambio, en los años 80, buscando el mejor producto para intercambiarlo por nuestra artesanía… como cuentan los locales de la isla blanca… “la magia de Ibiza puede ocurrir en el lugar más inesperado”.

Cuando visites Ibiza, no olvides reservar una mañana de sábado para pasear tranquilamente por el mercado de Forada, y dejarte contagiar de ese espíritu de intercambio, tranquilidad y artesanía que todavía habita en algunos lugares de la “isla bonita”.